Expresiones genuinas y emocionales: Ed Maverick de vuelta en Guadalajara.
Terminamos de secar nuestras lágrimas y pudimos ya redactar un poquito de la grata experiencia que fue ver en vivo a Ed Maverick, en su regreso a Guadalajara después de tres años de ausencia.
La Sala Plácido Domingo del Conjunto Santander, fue el sitio en donde la nube de emociones y grandes canciones, se posó y recibió a todos los asistentes que agotaron los asientos desde semanas previas a la presentación, y con ello Eduardo, junto a su más reciente álbum «La Nube en el Jardín», nos vino a entregar una presentación bastante nutrida y sobre todo melancólica.
El acto de apertura corrió a cargo del sonido ‘no binario’ de ‘Clothing’, cuyos sonidos lograron conectar con la audiencia, la cuál disfrutó y gritó durante su actuación.



En el breve inter entre artistas, las luces permanecieron bajas y los sonidos de la naturaleza, de las aves volando al aire libre, permanecíamos expectantes de la llegada de Ed al escenario, quien en cuestión de pocos minutos se hizo presente para detonar esos primeros acordes y captar por completo la atención del público, quien se entregó para disfrutar de la presentación de los temas del reciente álbum, además del paso de un par de invitados en escena, previo a dar paso a un momento bastante especial y ruidoso: el de las complacencias, mismas que Ed fue anotando en un papel, utilizando su guitarra de mesita, y así llegando a interpretar grandes y queridos temas como «A mis amigos», «Nos queda mucho dolor por recorrer», «Contenta», «Fuentes de Ortíz» y varios más, que hicieron que el show se extendiera por un aproximado de dos horas.




Durante los momentos en los que Ed dio algunas palabras, expresó su agradecimiento a todos por darse cita esa noche, por seguir escuchando su música y platicó un poco sobre el proceso de algunos materiales musicales, además de adelantar que el próximo año estrenará dos discos.
«Si alguien de aquí es Pro-Israel, allá está la puerta, váyase alv.»
Expresó tajantemente en algún momento, cosa que aplaudimos.

Sin gran parafernalia, pero con una producción bastante ad hoc al trabajo musical y presencia de Ed Maverick, disfrutamos de un acto sublime y verdaderamente contundente y emocional, que nos dejó más que contentos y que tocó todas esas fibras internas, y que sin duda hubiese podido extenderse y extenderse por más tiempo, y aunque esto no fue posible, quedamos con la esperanza de que no pase mucho tiempo en que Eduardo pueda estar de vuelta por estos lares para una vez más, entregarnos su obra en vivo y en directo.
Cobertura por Rodrigo Cerda: IG cerdah
Presentado por OCESA
