Reseña SIN Spoilers por Hugo Mijangos

La nueva película de Scott Cooper retrata el momento más vulnerable y humano de Bruce Springsteen: la creación de Nebraska. En un acto de valentía artística, “El Jefe” eligió la crudeza sobre el brillo, grabando solo en una recámara con una simple grabadora de cuatro pistas, y dejando que las imperfecciones contaran la historia. 

En tiempos donde la música se pule hasta perder alma, esta cinta recuerda el poder de permitirse ser imperfecto, de grabar con más verdad que técnica.

El eje emocional está en la compleja relación con su padre: un vínculo tenso, pero profundamente inspirador, que marcó su obra y su identidad. Aun siendo una leyenda del rock, Springsteen pudo volver a sentarse frente a él, con el mismo silencio y la misma búsqueda de reconciliación que definieron su música.

Springsteen: Música de Ninguna Parte es un recordatorio de que la autenticidad —y no la perfección— es lo que verdaderamente trasciende.

Disponible en cines: 23 de Octubre