Him: El elegido

Reseña sin Spoilers por Miguel Escamilla

Cam (Tyriq Withers) es un joven mariscal de campo con gran talento cuyo futuro se ve amenazado después de que sufra un traumatismo cerebral durante un incidente provocado por un fanático.

En ese momento aparece Isaiah White (Marlon Wayans), su ídolo: un quarterback legendario que le ofrece entrenarlo en su complejo aislado para ver si Cam puede llegar a ser digno sucesor. Al principio parece una oportunidad de oro, pero poco a poco el entrenamiento revela un lado oscuro: manipulación, exigencias extremas, dilemas éticos, sacrificio personal, heridas físicas y mentales, e incluso elementos psicológicos y ritualísticos que van más allá de lo puramente deportivo.

Hacia el clímax, la película desemboca en secuencias de violencia bastante crudas, con enfrentamientos físicos —y simbólicos— entre mentor y pupilo, y un final que mezcla horror, surrealismo, y metáforas potentes sobre lo que se sacrifica (y lo que se pierde) en la búsqueda de la excelencia.

Him: “El elegido”, explora cuestiones interesantes: la obsesión con el éxito, lo que se pierde en nombre de la fama, los peligros del culto al mentor, los costos físicos y mentales implícitos al deporte profesional. Estas ideas le dan sustancia más allá del terror. Plantea preguntas que se vuelven relevantes en el contexto contemporáneo: ¿Qué tanto estamos dispuestos a sacrificar de nuestra salud mental y física por la fama o el éxito? El papel del mentor y cómo la admiración puede devenir en manipulación. Cómo los sistemas (deporte profesional, fama, comercialización) pueden estructurar relaciones tóxicas incluso bajo la promesa de grandeza.

Si te gustan estas películas que mezclan deporte + horror + suspenso psicológico, Him: El elegido puede ser una experiencia bastante potente. No es perfecta, pero sí ofrece suficientes escenas memorables, buen trabajo de ambientación, y un cierre que no deja indiferente.

Si por el contrario, no te gusta que las tramas sean muy convencionales, o que los personajes no tengan un trasfondo muy profundo, quizá te deje con ganas de más. Pero en general, creo que vale la pena verla en cine si te gusta que el terror vaya más allá de lo paranormal.

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