El niño y la garza (Kimitachi wa Dō Ikiru ka)

Reseña sin spoilers pero con mucho contexto por Lalo Rojas

Nunca he sido un seguidor acérrimo del trabajo de Ghibli y Hayao Miyazaki; de hecho, esta es la segunda película que veo del estudio y quizás esta desconexión o falta de familiaridad con la productora causó que mi primera impresión con esta película fuera sentirme confundido acerca de lo que pasaba en pantalla.

Una vez puesto en contexto todo lo que había visto, cobró sentido de manera estruendosa, entendiendo mucha de la genialidad artística detrás de las escenas mostradas, así como el simbolismo y nivel de introspección que esta película quiere transmitir.

Ahora entiendo por qué dicen que es la película más personal del director nipón.

En esta historia veremos el viaje de Mahito, un niño japonés durante la época de la Segunda Guerra Mundial. Después de perder a su madre en un trágico incendio, se muda junto con su padre a la provincia, donde su padre trabaja en una fábrica de suministros militares y ha iniciado una nueva relación sentimental con una mujer que trata a Mahito como si fuera su hijo. Sin embargo, él aún no está listo para aceptar tanto a esta mujer como todos los cambios en su nueva vida.

La garza actúa como detonante para que nuestro protagonista se adentre en el bosque cercano y encuentre una torre abandonada que esconde mucho más que solo una estructura perdida en medio del bosque.

Este viaje nos cuenta el conflicto personal del director hacia su obra, cómo ha sido difícil a sus ojos encontrar un sucesor para su obra, reflejando esta frustración con la difícil relación con su hijo, quien a su parecer no está a la altura para sucederlo en el estudio.

El trabajo metafórico y las alegorías toman mucha más fuerza conforme tienes más contexto del autor y la relación con su obra, pero si careces de este, la película es un increíble viaje de autodescubrimiento y aprender a buscar nuestro sitio en el mundo, envuelto en este mágico envoltorio que caracteriza a Studio Ghibli.

Un dato curioso que hace que este diálogo del autor tenga más sentido es el significado real de la película, ya que en su adaptación internacional se le nombró «El niño y la garza» para ser más fácil de identificar. En realidad, la película se titula «¿Cómo vives?», novela de Yoshino Genzaburō, la cual, pese a no parecerse en trama, inspiró al director a desarrollar esta película.

Creo que fue mucho contexto, pero realmente considero valioso tenerlo en mente para disfrutar más de la película.

Visualmente es impresionante; el mimo hasta en los detalles más mínimos es destacable, y prácticamente todos los personajes aportan su granito de arena.

Indudablemente merecedora de su Golden Globe y su nominación a los Oscar.

La película, hasta la fecha, aún está disponible en algunos cines, pero definitivamente vale la pena que la veas, ya sea en cines o en servicios digitales cuando esté disponible.

Recomendada si:

  • Te gusta el trabajo de Studio Ghibli.
  • Disfrutas de películas animadas con un trasfondo y mensaje más allá de entretener, como «Your Name» o «Suzume».
  • Tienes interés en tener crisis existenciales y enfrentarte a algo artístico para superarlas.